Cesare Prandelli llegó al
banquillo de la selección italiana a mediados de 2010. Lo primero que dijo fue
que su horizonte era la Copa del Mundo de Brasil. Italia arrastraba
decepcionantes actuaciones en la Eurocopa 2008 y en el Mundial de Sudáfrica, y
su flamante entrenador sabía que no iba a ser fácil. Por eso fijó su meta en el
2014; ni siquiera se permitió pensar en la Euro que acaba de finalizar, que en
ese momento era apenas un lejano punto rojo en el calendario.
Prandelli demolió lo poco que
quedaba de esa Italia de Lippi y empezó de nuevo. Siempre es mejor volver a
empezar. Sin embargo su idea no sería ‘italiana’, no pretendía que su equipo se
defendiese y que en él destacaran los zagueros. No quería otro Cannavaro Balón
de Oro, sino confiarle la manija a un ‘trequartista’ o mediocentro y rodearlo
adecuadamente para que desde la mitad de la cancha se edificase el juego de
toque, presión y protagonismo. Prandelli soñaba con una Italia protagonista más
allá de los resultados. Un sacrilegio en el imaginario de los peninsulares.
Cuando el exentrenador de
Fiorentina asumió su cargo en la Azzurra, Juventus deambulaba a la sombra de
Inter y Milan. Los turineses habían regresado a la Serie A luego del escándalo
de las apuestas pero no hacían pie ante los milaneses. Sin embargo de a poco la
Vecchia Signora, probablemente la única que históricamente aborreció el
catenaccio italiano, comenzó a resurgir de la mano de una nueva camada de
juveniles, y Prandelli, ni lento ni perezoso, puso especial atención en ellos.
Sabía que allí estaba el cambio que buscaba, que los juventinos, junto a un par
de refuerzos, podrían ser la columna vertebral de su selección.
Marchisio fue el que más rápido
lo enamoró. La postal del mediocampista le recordaba a la polifuncionalidad de
Marco Tardelli. Y atrás de él también se encantó con Giaccherini, Bonucci,
Chiellini y Barzagli. A ellos agregó a Buffon, De Rossi y más tarde al
resurrecto Pirlo, para que la nómina de ilustres desconocidos no se aísle
definitivamente de la Italia campeona del mundo. Adelante Cassano, el eterno Di
Natale y el díscolo Balotelli; las opciones no iban mucho más lejos. El destino
era la Eurocopa. El Grupo C con España, Irlanda y Croacia.
El debut frente a los campeones
del mundo fue por demás auspicioso. El empate, y sobre todo el trabajo del
equipo, sedujeron a Prandelli que comenzaba a ver como su selección se burlaba
de la historia. El 5-3-2 se desdoblaba y era perfectamente un 4-4-2 o un 3-5-2.
El nivel de Pirlo era superlativo y sobre él se edificaba la mejor Italia de
los últimos tiempos. El premio fue la clasificación -no con poco esfuerzo- y el honor de volver a ser considerados
candidatos.
En cuartos de final Italia
disputó uno de sus mejores partidos en la Euro. Dominó de principio a fin a
Inglaterra pero no pudo doblegarla sino en los penales, donde Pirlo definió el
suyo ‘a lo Panenka’ y Diamanti convirtió
el definitivo para lograr el pasaje a semifinales.
En la fase previa a la final el
calendario marcaba Alemania, la máxima favorita -incluso por encima de España- y una de las selecciones que más bonito
jugaban en el torneo. Sin embargo la intuición de Prandelli volvió a ponerse al
servicio de la Azzurra cuando Balotelli marcó los dos goles que liquidaron la
serie. El entrenador había confiado ciegamente en el delantero de Manchester City
a pesar sus constantes desplantes y subidas de tono. Ahora gracias a él Italia
volvía a sentirse Italia, aunque los métodos fuesen diferentes.
El 0-4 de la final no podría
jamás desnaturalizar todo el resto. De hecho fue 0-4 porque la Azzurra decidió
seguir siendo la ‘bella Italia’ aunque enfrente estuviese España. ¿Qué podría
haberse defendido más y sacar un mejor resultado? Posiblemente sea cierto.
¿Podría haber controlado mejor a Xavi condicionando más a Pirlo? También es
verdad. Pero definitivamente la única manera que tenía Italia de ganar era
seguir la línea que lo había llevado hasta la final. Defenderse monopolizando
la posesión de la pelota; jugar y dejar jugar. Cualquier otro camino hubiese
sido una traición para Prandelli que cuando lo consultaron asumió la
responsabilidad de la derrota respondiendo orgulloso: “Definitivamente esta es
mi Italia”.
Muy buen laburo, Mati. Me gustó mucho. Abrazo
ResponderEliminarConsidero que, Italia se encuentra en un período de transición y está en búsqueda de un Sistema Futbolístico que la identifique ante el mundo y vuelva a ser La Italia de épocas de antaño. Quizá la problemática esté en que en años anteriores se destacó por contar con excelentes jugadores de la talla de Zoff,Paolo Rossi,Materazzi,Altobelli los Del Piero y otros tantos que le dieron a la Azzurra 4 campeonatos mundiales en su historial deportivo... y que hoy salvo Balotelli, cuesta encontrar un referente en esa selección. Abrazo Futbolero
ResponderEliminarMuy buenas, le he hechado un vistazo a tu blog y me a encantado. Me gustaría intercambiar links si te apetece.
ResponderEliminarUn saludo desde http://laesenciadelgol.blogspot.com.es/
Gracias Ismael, ya te agregué a la lista. Un saludo.
EliminarHola
ResponderEliminarItalia completó un gran Mundial
Saludos desde Barcelona
Prandelli no rehusó su idea y a pesar de que perdió creo yo fue la acertada, porque no garantiza en nada tratar de defenderse todo el partido y aún perder.
ResponderEliminarEl DT mostró otra cara de Italia , que con un poco más de rodaje, será un rival más duro de vencer en le futuro.
Gracias Matías por pasarte por mi blog.
Saludos
Yo desde esta Eurocopa soy muy muy de Prandelli. Lo que ha hecho el seleccionador con Italia es para alabar.
ResponderEliminarUn saludo.
Prandelli grandisimo entrenador ya lo seguía yo de su paso por la Fiorentina
ResponderEliminarUn enorme saludo desde http://orgullobenfiquista.blogspot.com/
http://bufandasybanderasamps.blogspot.com/
Muy buen repaso de lo que vivió Italia en los últimos tiempos y su paso por la Eurocopa. Creo que no hay que apurarla, pero si sigue estos pasos tendrá su recompensa en Brasil 2014. Con lo hecho en la Eurocopa (no se le puede reprochar haber perdido ya que mostró una recuperación muy rápida), creo que es una seria candidata al próximo mundial.
ResponderEliminarÉxitos Matías, y gracias por pasarte por mi blog.
a mi me gustó mucho la Italia de la Eurocopa de este año, mostró más fútbol y menos catenazzio que les impedía demostrar el buen fútbol que podían realizar, estoy seguro que Italia será uno de los favoritos en el mundial en Brasil
ResponderEliminarEsta es una entrada antigua, y muy inesperado para ver, gracias en serio, gracias por compartir. saludos
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