jueves, 28 de enero de 2010

Un adios anunciado


Hay gente que no aguanta la derrota, que no soporta el fracaso y mucho menos la humillacion, quizas por estar acostumbrados al exito permanente o por haber seguido siempre de cerca las mieles del triunfo en todo ambito de la vida. No esta mal ser ambiocioso por la victoria, no esta mal que a determinadas personas no les guste perder, de hecho a nadie le gusta, pero por ahi hay formas y formas de aceptar (o no) algun reves del destino. Carlos Bianchi, bien se sabe, es de esta clase de personas, de las que siempre han gozado del exito en el deporte y muy pocas veces han sido abatidos por situaciones adversas. Alguna vez perdio una final de Copa Libertadores y retiro al equipo antes de recibir las medallas del segundo puesto argumentando que nunca habia perdido y que no sabia que se entregaban dichas menciones. Conclusion: para algunos mal perdedor, para otros picaro, resentido, depende del foco de donde se lo mire.
En este caso nos referimos a la labor del Virrey como manager de Boca, algo que desde el comienzo de su gestion, hace poco mas de un año, nunca quedo demasiado claro, no se supo con certeza cual era su posicion en el club, su ocupacion en base al equipo o a la institucion en si, sin embargo con el paso del tiempo el futbol argentino y sus adeptos y detractores se fueron acostumbrando a la europea imagen del club de La Ribera con este director deportivo.
Durante su trabajo durante la ultima temporada en el Xeneise no se lograron titulos, el equipo fue de mal en peor, trajo a Alfio Basile como entrenador quien jamas se acento y muchos jugadores (algunos de ellos de la mano de su hijo representante, algo que no fue bien visto) que no rindieron ni una cuarta parte de lo que se esperaba, los pilares del plantel se vieron divididos por las internas del vestuario y todo esto fue afectando poco a poco la imagen del equipo que logro un pobre decimoprimer puesto en el ultimo torneo Apertura que quedo en manos de Banfield.
Durante este receso los pesimos resultados logrados por Boca en la pretemporada y en el torneo de verano hicieron que el Coco Basile deba dejar su cargo como entrenador tras una resonante y contundente derrota a manos de River en Mar Del Plata. Alli fue cuando se sentaron a hablar Jorge Amor Ameal, presidente de la institucion boquense, y Carlos Bianchi, hasta ese momento manager del club, la idea que le planteo el mandamas fue clara, que el Virrey se haga cargo hasta junio por su espalda para soportar un semestre que promete ser por demas duro y en junio se le limpiaba el plantel con la base de Riquelme y Battaglia como estandartes de un plantel joven. La respuesta de Bianchi fue que no tenia ganas de dirigir, algo que molesto a la dirigencia por su mala predisposicion para sumar en una situacion tan delicada como la que le toca vivir a Boca y por esto fue que se le pusieron firmes, las opciones eran dos y por demas consisas, o era tecnico o nada.
Carlos Bianchi opto por la segunda entendiendo que los dirigentes practicamente lo empujaron a dejar su cargo y de esta forma abandono ese "gran club" tan cual el lo definio en una carta luego de renunciar y dejar en claro que volveria al club pero siempre y cuando sea con los "dirigentes que suman y no con los que restan", marcando asi el fin de un ciclo confuso, sin mucha expectativa que comenzo hace un año atras y que jamas fue aceptado en su totalidad. Un adios bastante anunciado de este idolo del club que deja Boca en uno de los peores momentos de los ultimos años, casi por la puerta de atras, con mas pena que gloria. De todas formas, su palmares lo respalda y le da el maximo de los respetos.

1 comentario:

  1. Matías: clap, clpa, clap!
    Adhiero a cada palabra.
    Una pena que Bianchi se haya retirado de esta manera, creo que su relación con Boca sufrió una fisura. Como bien decis, el recuerdo de la gloria conseguida le da un colchón para aguantar la parada, pero creo que esta vez el Virrey ha quedado en deuda.

    Un abrazo

    ResponderEliminar