martes, 17 de mayo de 2011

La catedral del fútbol


La final de la Champions League tendrá un protagonista mucho más estelar que el Manchester United o el Barcelona cuando sea el mítico estadio de Wembley el que se vista de gala para dar lugar a la mayor atracción del calendario futbolístico a nivel de clubes. El campo sagrado, como era conocido antes de su demolición en el 2002, fue el principal testigo de las memorables hazañas inglesas y acogerá el 28 de mayo su sexta final de Europa, aunque la primera desde su reapertura.
Desde su inauguración en 1923, recibiendo la final de la FA Cup entre West Ham y Bolton, Wembley sintió atracción por la leyenda y los primeros planos, tal es así que aquella tarde pudo haber terminado en una tragedia. Se estima que ese día el público doblaba en número la capacidad de 125 mil personas que tenía el estadio y, a juzgar por los acontecimientos, la apreciación no parece exagerada teniendo en cuenta que los espectadores que no encontraron espacio en las tribunas invadieron el terreno de juego. La seguridad actuó rápido y el partido, que dejó la copa en las vitrinas de los Wanderers, se inmortalizó como “La final del caballo blanco” desde el momento en que un agente de la policía montada, llamado George Scorey, salió en todas las fotos evacuando la cancha a bordo de su equino llamativamente claro para las imágenes faltas de color de los años veinte.
Con el paso del tiempo el estadio de Wembley se convirtió en la catedral del fútbol y en terreno infranqueable para la selección inglesa que, en 1953, vio como la Hungría de Puskas la humillaba con un categórico 6 a 3 y le robaba para siempre el invicto como local. Durante los años siguientes fue destino obligado de los partidos decisivos, allí el Milan de Rocco conquistó Europa en 1963, el mejor United de todos los tiempos hizo lo propio en 1968 al igual que Cruyff y su Ajax en 1971 y Liverpool y Barcelona, en 1978 y 1992 respectivamente, cerraron el peregrinaje histórico del gigante inglés en finales de Copa de Campeones.
Se convirtió también en cómplice de Hurst para darle asilo al máximo logro de los inventores y levantar junto a Bobby Moore la Jules Rimet en 1966. Fue la segunda vez, después de los Juegos Olímpicos de Londres 1948, que Wembley recibió al mundo. Albergó además el escorpión de Higuita y la Eurocopa de 1996. En el 2000 cerró sus puertas con un olvidable partido entre los locales y Argentina que no paso del empate en cero. Fue el adiós de legendario recinto que jamás debió ser demolido.
En el 2007 se inauguró en el mismo solar el nuevo Wembley, que ya no cuenta con las características torres gemelas que servían a los visitantes de impetuosa presentación pero asegura la comodidad de 90 mil espectadores que se dividirán entre mancunianos y catalanes en la final de la Champions, además de mostrar un imponente arco de acero que lo cruza de punta a punta y llega a perderse en las alturas a 133 metros del suelo. El 28 de mayo tiene una nueva cita con la historia y aunque poco queda de aquella fabulosa catedral del fútbol, Wembley volverá a brillar como en sus tiempos de gloria.

5 comentarios:

  1. EL mejor United de todos los tiempos, (el Leeds United de Don Revie claro está) levantó la League Cup del 68, la Community Shield del 69 y la FA Cup del 72, en el viejo Wembley...
    Saludos!

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  2. Tiene que ser la caña visitar el estadio del Manchester y mas aun ver esa final de la champions Matias....

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  3. Una nueva cita con la historia.
    Ojalá el partido esté a la altura del escenario, de los dos protagonistas y sus propias historias, y de lo que está en juego, la gran final de la Champions, que sea una linda revancha del 2009 con lo mejor que puedan dar ambos.

    Un abrazo Matias

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  4. señor perla, usted la tiene atada... a la rodilla

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  5. Matías: cómo olvidar el escorpión de Higuita!!
    Un abrazo.

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