Parece una catástrofe porque Barcelona no podía quedarse afuera de una final de Champions que, posiblemente, lo hubiese enfrentado a Real Madrid. Menos admisible aún es que su verdugo haya sido Chelsea, un equipo remachado, ultradefensivo y capitaneado por un reincidente irresponsable. Pero el fútbol es fútbol, y en siete días demostró que si se equivoca el mejor del mundo puede fallar también el mejor de la historia. Y si falla el mejor de la historia los demás, los terrenales, Real Madrid y Chelsea por ejemplo, tienen chances de lograr lo que otrora perdieron con el mismísimo Barça.
En casos así las grandes derrotas
suelen desnudar grandes bajezas. Estimo que la frustración es tan grande que
provoca, en algunos, ataques de irracionalidad. Y ahí es cuando los mismos que
alguna vez entendieron que el negocio estaba en decir que Barcelona era el
mejor de todos, aseguran que la mentira se acabó o que Guardiola tiene que
irse. #AndateGuardiola es la versión online (que también existe), en ese
universo paralelo que es twitter. Una aberración que constituye la cuarta herida
narcisista. Hoy Messi o Pep ocupan el lugar que en su momento ocuparon, con la
razón a cuestas, Copérnico, Darwin o Freud.
Por más extremista que suene, la
comparación precedente tiene razón de ser. No hay que dejarse engañar. Ni
Barcelona es una mentira que perdió dos títulos en tres días; ni Guardiola
tiene que irse; ni Messi puso en discusión su reinado. Barça es, con seguridad,
el mejor equipo de la historia, y Pep, el padre de la criatura, el mejor
técnico para ese mejor equipo de la historia. Y la sentencia no admite ambigüedades
partiendo de la base de que si un entrenador obtuvo trece de los dieciséis campeonatos
que disputó, debería poner su renuncia sobre la mesa recién una vez que todos
los entrenadores del mundo hayan abdicado.
Yo, personalmente, defiendo el
resultadismo. Es, para mí, como el fútbol mismo, un estilo de vida. Mentiría si,
como madridista convertido al mourinhismo, dijera que no grité el gol de
Chelsea; pero eso no tiene por qué viciar mi análisis lógico. Chelsea ganó en
la ida el único partido que podría haber ganado sobre cien de igual trámite, y
en la vuelta empató el único que podría haber empatado sobre mil idénticos. La
serie la decidió la suerte y lo de los ingleses fue todavía más miserable que
lo de Inter en 2010. Pero, consideraciones al margen, Chelsea estará en Munich
y Barça deberá conformarse apenas con la denostada final de la Copa del Rey.
Lo que no tenemos que olvidar es
que el caído es un grande que, como tal, murió de pie y sin entregar jamás su filosofía;
tampoco la opinión de aquellos que, a partir del próximo fin de semana, estarán
vitoreando nuevamente al mejor equipo de la historia. Ese que tiene al mejor
jugador del mundo que hoy no sirve más por haber fallado en la lotería de los
penales.
Bueno, si has gritado el gol del Chelsea y si te definis como "mourinhista" con eso lo has dicho todo. Tal vez sean mas de lo que parecen... al fin y al cabo Marine Le Pen saco el 20% el domingo pasado. Saludos.
ResponderEliminarSi, dije todo. La diferencia es como lo pudiste entender vos. Me considero un respetuoso de lo que opinan los demás por otro lado, algo que a algunos les falta y mucho. A veces hay que bajarse del pedestal imaginario, para no creernos más que los demás. Y celebro que el pueblo francés tenga la madurez de elegir a sus representantes en libertad. Un saludo.
EliminarEn este nivel de competencia, el Barsa en tres días se quedó afuera de los torneos más importantes, aunque antes nó. Son momentos de un equipo, en donde ahora hay muchos más juveniles que antes. Messi demostró que es humano y puede fallar.
ResponderEliminarNo hay que buscar culpables, sino que aceptar que a veces se gana y aveces se pierde. Hoy, a diferencia del ayer, le tocó perder.
Saludos
Mí apreciado : Platini solo quiere una final entre el Barça y el Madrid, porque mueve miles de millones de euros. Ayer le hecho un cable al Barcelona, expulsando ya en la primera parte a un jugador contrario ¡¡y de la misma manera que el año pasado mereció ganar el Chelsea y ganó el Barça ¡¡ y no dude un momento que hechará una mano al Madrid para que se clasifique..¿ a quien interesa un Chelsea Bayern?...¿ lo ve ? Pero a mí ya me va bien, hoy no tengo que escuchar las idioteces de una Catalunya contra España de la semana pasada. Por cierto , aca, a los de afuera, sino se hacen del bar$a los miran mal...han de profesar la religión del Mulá Guardiola...En fin, ya va bien un poco de humildad ¡¡ salut
EliminarA la vuelta se venden tortas...
ResponderEliminarSoy Argentino..y tanto El Barsa como El Madrid tienen jugadores Argentinos en sus respectivos planteles, por ello considero que más allá de los gustos, si quedó uno de ellos en el camino, pues apoyemos al otro, ya que ahora no es un mero tema de ser Guardiolistas o Mourinhistas, sino de respaldar al equipo que nos puede representar cultural e idiomáticamente y a mi criterio, ése es El Madrid. Abrazo Futbolero
ResponderEliminarNo hubiera querido ponerme en el lugar de Leo Messi cuando falló el penalty , al argentino no sé que de cosas le ocurriría cuando lo fallaría. Un saludo ¡
ResponderEliminarSe suele decir que el Barca es más que un club. Esa es una verdad histórica, que el Madrid tuvo que reconocer, a regañadientes, a lo largo de la historia (Esa es mi primera y última coacción para con Matías). Los que vimos al Barca de jóvenes (el de Cruyff y luego el de Van Gaal) podemos constatar que esta versión es parte de la construcción del mito, probablemente con su extensión mediática, que necesita tapas aporéticas. Esa que se instala en nuestra realidad producto de la frenética sucesión de los resultados deportivos de los dirigidos por Guardiola (algo que también defiende Matías desde el resultadismo aunque no desde la producción estandarizada del juego blaugrana). Probablemente, el ándate Guardiola sea producto de ese complejo infantil que tienen algunos hinchas cuando sobreviene la derrota (en este caso con la sensación de imbatibilidad instalada)…Pero esos algunos, no siempre son una mayoría en el universo, en este caso, el culé. Es pueril, e insensato, entrar a discutir si está bien o no gritar el gol de Chelsea y pondría en duda esa concepción de creer que hay que apoyar a un equipo porque juega un connacional allí..Es un tanto berreta si se lleva a las discusiones forales. Al fin y al cabo, se trata de sensaciones, estados de ánimo…al parecer algunos quieren normativizar la espontaneidad y fiscalizar las reacciones humanas…introduciendo la moral como variable de ajuste…Alguna vez alguien dijo que las personas nos quedamos siempre con los negativo. Si una persona dice cinco cosas buenas sobre nosotros y una mala, nosotros solemos quedarnos pensando fundamentalmente sobre la mala. Matías hizo un ejercicio de reconocimiento a este equipo histórico, probablemente el camino –su prosa hubiera requerido de una explicación conceptual de la cuarta herida narcisista, una practicidad sobre la psicología que habría enriquecido el texto.
ResponderEliminarme pareció en su momento un poco increible que el llamado "todopoderoso" Barcelona que no eliminado antes de tiempo en la Champions League, pero como Madridista te tengo que decir que me alegró mucho jaja
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