miércoles, 27 de junio de 2012

Así también gana España

“El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once detrás de un balón, y al final siempre ganan los alemanes”. La histórica frase de Gary Lineker goza de mayor vigencia que nunca, Alemania es una verdadera máquina y marcha hacia la final de la Eurocopa. Sin embargo a la sentencia del exdelantero inglés, luego de lo ocurrido esta tarde en la primera de las semifinales, le urge una modificación, ya que al exclusivo pedestal alemán debería sumarse España; una España que, cuando tenía todo para perder, demostró que, si bien el buen juego es su bandera, no es éste su único recurso. 
El planteo defensivo de Portugal fue magistral, sobre todo en el primer tiempo. Con Pepe y Bruno Alves parados casi a la altura del círculo central, el tándem Xavi-Xabi Alonso perdió vigencia y los centrales españoles, sin salida clara, se vieron obligados a dividir la pelota. Sumado a eso la sorpresiva inclusión en el equipo titular de Álvaro Negredo -un delantero que entró por la ventana a la lista de la Euro- en detrimento de Fernando Torres, Cesc Fábregas e incluso Llorente, desconcertó a propios y extraños. El futbolista del Sevilla jamás entró en el circuito de juego español y apenas se mostró como una referencia para Silva e Iniesta. De hecho los sucesivos intentos de media distancia de este último desnudan la poca conexión que existió entre los atacantes. Entre tanto Sergio Busquets tampoco gravitó y su intento de frenar las escaladas de Joao Moutinho, una de las figuras de los lusos, resultó un completo fracaso. 
De todas formas la estrategia de Paulo Bento estuvo tan orientada a neutralizar a España que sus dirigidos prácticamente se olvidaron de atacar. Las pocas llegadas de Cristiano Ronaldo, apoyado permanentemente por Fábio Coentrao -de gran partido-, no llegaron a inquietar a Casillas que, al igual que Rui Patricio, fue un espectador de lujo gran parte del encuentro. La transición defensa-ataque le costó demasiado a un Portugal que ganaba la pelota en el medio -terminó el primer tiempo con mayor posesión que su rival- pero no encontraba un destinatario claro. 
Ya en la segunda parte, y ante la advertencia de que su selección no mejoraba, la paciencia de Del Bosque se agotó. Pasados los ocho minutos el entrenador sacó a Negredo y dio ingreso a Cesc Fábregas, en una clara muestra de que para él las polémicas sobre el centrodelantero se acabaron. Junto al mediocampista de Barcelona mandó también a la cancha a Jesús Navas, que demostró que la defensa portuguesa ya no era tan sólida como en el primer tiempo. El peso de una larguísima temporada hizo mella en los jugadores de ambos equipos, que poco a poco fueron cediendo espacio. Jordi Alba fue el primero en comprender el mensaje y advirtió rápidamente que el negocio estaba por el lado de un agotado Joao Pereira. Sin embargo casi sobre el final del partido, y cuando el tiempo extra era inminente, el físico volvió a jugarle una mala pasada a Xavi, que debió ser reemplazado por Pedro. 
El suplementario, para sorpresa de todos, mostró más entero y decidido a España, que encontrándose en una circunstancia poco común (no jugaba un tiempo extra desde los cuartos de final de la Eurocopa 2008 cuando derrotó a Italia) dio a conocer una nueva faceta. Sin renunciar jamás a su filosofía, aunque con una lógica desprolijidad a cuestas, salió a llevarse por delante a Portugal, que ya a esa altura defendía sin más argumentos que alcanzar la definición por penales. Sin embargo a pesar de la insistencia -y de una situación clarísima de Iniesta que Rui Patricio salvó milagrosamente- el equipo de Del Bosque no pudo torcer el empate a cero que llevó a los penales la definición de la primera semifinal. 
La definición dejó un par de acciones para el recuerdo. Xabi Alonso, a priori el único especialista de España en cancha, anunció demasiado su remate y se lo entregó en las manos a Rui Patricio. Casillas emparejó la serie reteniendo el de Joao Moutinho. Iniesta y Pepe conviertieron, al igual que Piqué y Nani. Sergio Ramos, a lo Panenka, se redimió de la semifinal de Champions y enderezó el trámite, ya que acto seguido Bruno Alves reventó el travesaño y dejó en los pies de Cesc Fábregas el pasaje a la final. El exArsenal anotó y, además de asegurarse un lugar en el choque decisivo, privó a Cristiano Ronaldo, que estaba designado quinto, de la chance de igualar la definición. 4 a 2 en los penales. Así también gana España que tratará de seguir haciendo historia en su tercera final consecutiva. Ahora espera por el ganador de Alemania-Italia, mientras Gary Lineker piensa una alternativa para su frase; porque los españoles también ganan siempre.

5 comentarios:

  1. El partido que planteó Portugal fue muy bueno. Tremendos Meireles, Veloso y Moutinho, pero España supo aguantar y ya está en la final. A punto de hacer historia.
    Un saludo.

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  2. Sería lo más ganar otra vez , sería nuestro tercer título consecutivo , dicen que nadie ha conseguido esto. A ver con quien nos toca en la final . Saludos Matías ¡¡

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  3. La frase ya ha caducado, ahora ganamos nosotros.

    Saludos desde La Escuadra de Mago

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  4. El mediocampo portugués tuvo una actuación destacada, al igual que la dupla de defensores centrales españoles.
    Pedro y Cesc le cambiaron un poco la cara a la Roja, y eso se vió en el suplementario.
    Alemania versus España creo yo será una final mucho más abierta que si llega Italia, veremos que sucede.
    Saludos

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  5. el partido contra Portugal fue el partido más difícil para España, fue como una final, Portugal no dejó a los españoles fabricar muchas jugadas de gol, los controlaron y al final España tuvo más suerte que Portugal, pero estuvo a punto de perder, es a lo que se le llama suerte de campeón

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