Los periodistas españoles se sorprendieron
al ver a los futbolistas de Deportivo Alavés arribar al aeropuerto con ropa de
calle. Les esperaba un vuelo a Alemania para disputar el partido decisivo de la
Copa UEFA de la temporada 2000/2001 y los jugadores vitorianos, lejos de los
lujosos trajes italianos, se confundían con los aficionados que seguían a su
equipo. “Si así hemos llegado a la final, así iremos a la final”, repetía José
Manuel Esnal –Mané- el entrenador de ése Frankenstein que llegó a Dortmund para definir el título ante el poderoso Liverpool, el más europeo de los conjuntos ingleses.
Alavés jamás dejó de sentirse un
intruso en el curso de aquella Copa UEFA y su peregrinaje estuvo plagado de
anécdotas tragicómicas. En Turquía, dónde comenzó el camino del Pink Team –apodado
así por el llamativo color rosa de su camiseta, totalmente ajeno a su
historia-, Ángel Garitazo, el ayudante de campo de Mané, ingresó sin visado y
fue retenido en el aeropuerto cuando intentaba regresar a España. Había ido a
espiar a Gaziantepsport y la policía sólo lo dejó partir cuando comprobó que era el hombre de la foto que aparecía en un periódico deportivo que anunciaba el partido de la próxima
semana. Ese fue apenas el primer escollo que tuvo que superar algún integrante del
equipo que fue ninguneado y obligado a entrenarse a cincuenta o sesenta
kilómetros de los estadios visitantes cuando tuvo que jugar en Italia o
Alemania.
“Cuando nos tocó enfrentar a
Inter pensamos que hasta ahí habíamos llegado, pero si pasábamos…”. Óscar Téllez
era uno de los futbolistas más reconocidos de aquel plantel y, a pesar de que
confiaba en su equipo, la diferencia era abismal. Alavés había dejado en el
camino al Gaziantepsport turco y a los noruegos de Lillestrom y Rosenborg, pero
el duelo contra el Inter de Ronaldo, Vieri y Recoba era, probablemente, el más
desparejo de los octavos de final. Sin embargo los vitorianos, luego de empatar
en tres en España, lograron un heroico triunfo por 2 a 0 en el San Siro.
El Pink Team –de férreo 4-4-2- era
un equipo desbalanceado, flojo en defensa y fuerte en ataque. Recibía tres
goles pero respondía con cuatro. Acéfalo de figuras estelares, los destacados eran
el rumano Cosmin Contra, Jordi Cruyff, Javi Moreno y el propio Téllez. A ellos
los apoyaban el arquero Martín Herrera, Hermes Aldo Desio y Martín Astudillo. El
capitán era Antonio Karmona, una institución que acompañó desde el comienzo el
surgimiento del Alavés. Fue un grupo que jamás perdió las costumbres y que
respetaba la “tradición de la tortilla”, una práctica en la que el equipo se
juntaba una vez a la semana a comer en el vestuario luego del entrenamiento.
Mientras Alavés seguía avanzando
a paso firme en la Liga española –esa temporada finalizaría décimo, lejos de
los puestos de descenso que estaba acostumbrado a merodear-, la Copa UEFA ganaba
una revelación. Ya en los cuartos de final la víctima fue el también
sorprendente Rayo Vallecano, y en semifinales el Kaiserslautern de Youri
Djorkaeff con un espectacular global de 9 a 2. En la final esperaba Liverpool,
que había dejado de lado a Barcelona y alcanzaba su primera definición europea
tras la tragedia de Heysel.
La del Westfalenstadion de
Dortmund fue, quizás, la mejor final europea de la historia. Liverpool tuvo
contra las cuerdas a Alavés durante todo el partido, aunque los vitorianos –que
arrancaron perdiendo a los tres minutos- devolvieron golpe por golpe a los Owen,
Gerrard, Heskey y compañía. El Pink Team, enfundando en una camiseta inspirada en
los colores de Boca, ya que el rosa chocaba con el rojo de los ingleses, estuvo
por debajo todo el partido y recién convirtió el 4 a 4 en el último minuto del
tiempo reglamentario. Para Liverpool marcaron Babbel, Gerrard, McAllister y
Fowler, mientras que para los alavenses lo hicieron Iván Alonso, Javi Moreno
por duplicado y Jordi Cruyff.
El partido se definió recién en
la prórroga y a tres minutos de los penales, cuando ya el Alavés resistía con
nueve hombres por las polémicas expulsiones de Magno Mocelin y Antonio Karmona.
El gol de oro –la Copa UEFA de ese año fue la primera en incluir la modalidad
en una final de clubes- fue convertido en contra de su propio arco por Delfí
Geli, que en su intento de despejar un centro al área de Gary McAllister terminó
venciendo a Herrera y le dio el título a los ingleses.
No obstante, la victoria de
Liverpool no empaña la gesta conseguida por Alavés, que fue recibido en su
llegada a España al grito de “campeones”. Los vitorianos quedaron en la
historia de la Copa UEFA como el primer equipo que consiguió jugar una final de
la competición en el año de su debut y también como el conjunto que más goles
convirtió en una misma edición, con un total de treinta y seis conquistas.
Además, la del Alavés fue condecorada por la UEFA como la mejor afición de
2001.
Después de la final el equipo se
desmanteló, aunque con algunos sobrevivientes de aquel heroico grupo, más
algunos refuerzos de renombre, Alavés llegó a disputar la segunda Copa UEFA de
su historia. Fue la de la temporada 2002/2003, y también su gloria y su cruz:
el equipo cayó en segunda ronda ante Besiktas y tras una mala campaña en la
Liga española acabó descendiendo. En la actualidad el club está sumido en una
profunda crisis institucional y pugna por sobrevivir en la Segunda División B,
la tercera categoría del fútbol ibérico. Una realidad muy lejana a la de aquel
Alavés que a pesar de la derrota obró el milagro y se convirtió en el
subcampeón más glorioso de la competición europea.
Aquella edición de la UEFA fue tremenda , la final increible y el Deportivo Alavés sigue intentando regresar a Segunda División , la temporada pasada cayó en la fase de ascenso .
ResponderEliminarUn saludo
El Alavés tuvo un lugar entre los grandes y los malos manejos dirigenciales lo llevaron donde actualmente está. Cuando pase la tempestad y recupere su memoria, volverá a ocupar un lugar entre Los grandes. Abrazo Futbolero
ResponderEliminarEl Alavés es un gran equipo, ojalá pueda regresar a segunda división. saludos! http://elblogdebruno1.blogspot.com
ResponderEliminarA este tipo de equipos, se suele pasar lo mismo, cuando estan sumidos en una buena epocá siempre alguien la fastidia. Ya sea vendiendo un jugador, una gestión mala...
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