domingo, 7 de octubre de 2012

Son los putos amos


“Jamás en el ámbito de los conflictos humanos, tantos le han debido tanto, a tan pocos”. Cuando Winston Churchill pronunció su famosa frase, el rumbo de la Segunda Guerra Mundial había cambiado por completo. Gran Bretaña estaba a salvo de la invasión fascista y la esperanza europea rejuvenecía con la hazaña lograda ante la Luftwaffe. Fue todo mérito de unos pocos pilotos que dieron su vida en la Batalla de Inglaterra para resguardar a millones de compatriotas.
El caso de la ‘guerra’ que actualmente libran Real Madrid y Barcelona es similar. Es una guerra futbolística, una guerra histórica. De paradigmas, de modos de ver el deporte y, de algún modo, de entender la vida. Son el agua y el aceite definidos por antonomasia en sus dos mayores figuras: Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. Ellos son los artistas que, a su manera, brindan el espectáculo necesario para que los catalanes en particular y los españoles en general olviden por un momento las asonadas independentistas o la profunda crisis económica europea que cala hondo en España. El fútbol como efecto anestésico. Opio de los pueblos en su máxima expresión.
Cierto es que también se escapó durante el partido algún reclamo de los locales, que elevaron senyeres y estelades en virtud de su protesta soberanista. Todo en el minuto diecisiete, haciendo referencia al 1714, año en el que Cataluña perdió la Guerra de Sucesión Española. Pero era de esperarse en medio de semejante clamor popular por un objetivo postergado. Sin embargo el foco principal no era ese, sino los dos monstruos que se retroalimentan y se sirven el uno del otro para mejorar sin techo; y que definitivamente no defraudaron.
Cristiano Ronaldo con la soberbia física que lo hace imponente consiguió el primer gol del clásico. Fue un tanto de la escuela barcelonista, de toques profundos y remate bajo y seco al palo del arquero. Una gema que el portugués celebró haciendo abuso de su imagen, silenciando al Camp Nou y exigiendo tranquilidad, porque ahí estaba él. La respuesta no se hizo esperar y Lionel Messi pagó con la misma moneda, con el ADN alterado: respuesta rápida y conversión de arremetida, atropellando a una defensa del Madrid en problemas para ajusticiar a Casillas. Empate en uno al descanso.
En la segunda parte volvió a aparecer la figura del argentino. Todo el potrero al servicio de un tiro libre memorable que tenía destino de gol desde la mismísima carrera. Barcelona se puso arriba e intentó manejar el rumbo, con el dominio de la pelota y su movilidad característica. Pero a la película de hoy, la enésima entre dos protagonistas dignos de Hollywood, le faltaba el final que dejase abierta la historia. Apareció una vez más Ronaldo para romper líneas enemigas y ejecutar un penal en movimiento tras una eléctrica salida del Madrid desde el fondo. Fantástica transición defensa-ataque para que el empate le calce justo al encuentro. El 2 a 2 fue definitivo.
Ya sin Pep Guardiola  -sin desmerecer a Tito Vilanova-  el duelo en los banquillos quedó descompensado. Los protagonistas fueron los mismos de siempre, los que cada vez dejan menos margen a los actores de reparto. Cristiano y Messi; Messi y Cristiano. El resto acompaña. Y el público cree, tiene esperanza y se olvida de sus problemas, rindiéndose ante semejante exhibición de poderío. Churchill tenía razón. 

6 comentarios:

  1. Sí, estamos ante un duelo histórico de futbolistas. Y los aficionados, a disfrutar!!!

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  2. Es un lujo que les hallan tocado vivir en la misma época. Si no hubiese sido así, no hubiesen tenido rival, ninguno de los dos.

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  3. Han coincidido los 2 en la misma época, y por eso hay esa igualdad entre Barça y Madrid. Sino el que tuviera a uno de los 2 jugaria sólo la Liga.

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  4. Se pudo ver quienes son los mejores del mundo. Un saludo ¡¡

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  5. Creo que, tanto uno como otro tienen excelentes cualidades futbolísticas. Son dos Cracks que se encontraron en la misma era, y lamentablemente "El Dinosauro Social" sólo tiene lugar para uno.
    Abrazo Futbolero

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  6. Los partidos de fútbol son siempre emocionantes.

    Esta es la perfecta encarnación del equipo de fútbol y un arte de la habilidad personal. Sólo un equipo unido de la unidad nacional con el fin de convertirse en un equipo de fútbol fuerte.

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