La principal barrera que hay que superar a la hora de hablar del resultadismo es entender que éste no remite a los fines. Es errado creer que un resultadista es aquel que lleva adelante una acción determinada con el objetivo de obtener el mejor beneficio posible, que trasladado al fútbol sería ganar. Y es errado porque es una definición vaga, eso no sería ser resultadista sino tener sentido común. Todas las personas que emprenden un proyecto lo hacen con el objetivo de sacar de éste el mayor rédito imaginable.
Una vez aclarado esto se entiende que el resultadismo reside en los medios. Y también en la valoración que se haga de la hipótetica victoria perseguida. De ahí se desprende el famoso dualismo de tacticistas o conceptualistas. Mientras el resultadista privilegiará ampliamente el triunfo por encima de la lúdica sirviéndose de la táctica que sea necesaria para lograrlo (siempre dentro del plexo legal permitido), el romántico o metódico mantendrá el concepto (el valor de su idea) por encima de cualquier otra variable.
De esta manera se concluye que el resultadismo no es un estilo de juego sino más bien un estilo de vida. El resultadista no es tal solamente en una cancha de fútbol o de cualquier otro deporte. Los seres humanos persiguen fines en todo momento y en todo lugar. Y para esto se sirven de medios. Justamente en ellos residirá la diferencia conceptual de cada uno. De un lado quedarán los pragmáticos y del otro los románticos. Pero sin duda que todos querrán ganar.
En todos los ámbitos de la vida son importantes los resultados, lo que debemos tener en cuenta es cómo lograrlos. "Ni tan Pragmático que no resulte objetivamente útil.., ni tan Romántico que te quite La auténtica Libertad de pensar". Abrazo Futbolero
ResponderEliminarUna buena reflexión....pero siempre que se gane. Salut
ResponderEliminarLos resultados siempre mandan y mandarán , de hecho hay muchos románticos que en determinados momentos se vuelven pragmáticos y viceversa .
ResponderEliminarUn saludo