martes, 1 de enero de 2002

Messi-CR7, la dicotomía que resucitó al Balón de Oro


El primer Balón de Oro, pensado por la revista France Football, fue en 1956 para el inglés Stanley Matthews. El delantero tenía cuarenta y un años y una carrera interrumpida por la Segunda Guerra Mundial, sin embargo un gran partido en Wembley ante la selección brasileña le alcanzó para superar a Alfredo Di Stéfano en la votación final. 
Así de laxa era la elección por aquellos días. Matthews no era precisamente un negado, sino todo lo contrario, pero un amistoso valía prácticamente lo mismo que la consecución de la incipiente Copa de Europa. Es que en realidad, el fútbol de los cincuenta, estaba apenas en su etapa embrionaria. La Copa Libertadores ni siquiera existía y el profesionalismo se extendía lentamente por las ligas del mundo. No parecía raro que una osada revista deportiva francesa se atribuyera el poder de decretar quien merecía ser distinguido como el mejor futbolista del mundo. Y así eligieron a un británico veloz e inteligente que se distinguía de sus coterráneos merced de un regate fulminante. 
Para France Football era impensado que el mejor futbolista del momento se encontrase fuera del Viejo Continente. No sólo por el férreo eurocentrismo que arrastraban los nacionalismos de la época, sino también porque los mejores de afuera ya formaban parte de las ligas europeas. De esta manera, cracks como Di Stéfano o Sívori, gracias a la obtención de la ciudadanía y a su participación en las selecciones españolas e italianas, pudieron sortear la restricción que había impuesto la revista de que sólo los futbolistas nacidos en Europa podrían ser galardonados. 
Por su condición de sudamericanos los Pelé, los Garrincha y los Maradona nunca lograron el reconocimiento, y si bien hubo tiempo de distinguir en muy buena forma a Lev Yashin, Gianni Rivera, Eusebio y Bobby Charlton, el premio cayó otras veces en manos menos dignas, tales las de Flórián Albert, Allan Simonsen, Igor Belánov o Jean-Pierre Papin. 
Ya en 1995 el premio se abrió hacia futbolistas no europeos y el primer galardonado fue George Weah, el delantero liberiano del Milan. En 2007 se incluyó además un voto por país para periodistas acreditados y la elección por internet del mejor gol del año, que empezó a ser llamado Premio Puskás, en honor al cañonero húngaro que nunca pudo alcanzar el Balón de Oro.
Desde 2010 a esta parte France Football se unió a la FIFA, que tenía su propio premio, y desde entonces entregan una distinción global. El poderío que alcanzó en los últimos años la Liga Española se vio reflejado en el 'once ideal', que estuvo compuesto por cinco futbolistas del Barcelona, otros cinco del Real Madrid y el restante del Atlético. Sumando el de 2012, Messi alcanzó su cuarto trofeo y se erigió como el máximo ganador de la historia tras una reñida temporada en la que lucho palmo a palmo con Cristiano Ronaldo y que volvió a poner al Balón de Oro en la atención del mundo. Por fin se cumplió el anhelo de Gabriel Hanot, dueño de France Football y precursor también de la Copa de Europa, que soñaba con crear un galardón que fuese respetado. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario