jueves, 1 de enero de 2009

Generación Dorada: la transición


La selección argentina de básquet sufrió más de la cuenta para ingresar al Mundial de España, que se disputará entre el 30 de agosto y el 14 de septiembre de 2014. La inesperada derrota ante Jamaica, en la segunda fecha de la fase final del Premundial de Caracas, obligó al equipo de Julio Lamas a demostrar carácter para superar a sus dos últimos rivales, Uruguay y Canadá, y sellar así los pasajes a la Copa del Mundo. No obstante, el buen nivel de Luis Scola y la irrupción de una interesante camada de juveniles son una buena noticia para el entrenador, que vio como sus dirigidos levantaban el rendimiento en la ronda eliminatoria y se subían al podio tras derrotar a República Dominicana. 
Ante la ausencia de nombres ilustres, Lamas apostó por un equipo juvenil mirando al futuro. El retiro de Fabricio Oberto lo contrarrestó con la aparición de Marcos Delia, el pivote de Boca que a los 21 años se muestra como uno de los abanderados de su generación, y que durante el Premundial se sacó el traje de promesa para convertirse en realidad. Además, el entrenador convocó a los bases Nicolás Laprovíttola y Juan Manuel Fernández, proveniente del Dinamo Sassari de Italia. Ambos, con buenas actuaciones, fueron el recambio de Facundo Campazzo, el mejor asistidor (6,2 de promedio por partido) del Campeonato FIBA Américas. Todos ellos fueron comandados por Scola, el único jugador NBA del plantel.
Otro de los descubrimientos de Lamas fue el ala pivote Matías Bortolín, un cordobés de veinte años que milita desde hace tres en el básquet europeo, y que en la actualidad se desempeña en el Arkadia Lions de Austria. El juvenil fue incluido en la nómina oficial del draft de la NBA en mayo, sin embargo retiró su candidatura para mantener las chances de ser elegido automáticamente en 2015. En el Premundial apenas sumó minutos, aunque participó de todos los partidos. Es un acierto del entrenador, que supo aprovecharlo en la gira previa por China. 
El tercer puesto de Argentina, que perdió en semifinales ante el sorpresivo México, que a la postre sería el campeón, ratifica que el legado de la Generación Dorada se transmite a los juveniles. Pasaron ya nueve años desde el oro olímpico en Atenas 2004 y la selección de básquet mantiene su vigencia. Una muestra de ello es que desde 1999 el equipo nacional jamás bajó del podio en el FIBA Américas. Además, el paradigma de la transición quedó plasmado con la presencia de Scola y Campazzo en el quinteto ideal, que se completó con los puertorriqueños José Barea y Renaldo Balkman, y el mexicano Gustavo Ayón. 
Lamas encontró respuesta en los jugadores, que demostraron estar a la altura de las circunstancias con el Mundial de España en el horizonte. En 2014 el entrenador podría optar también por Emanuel Ginobili, Andrés Nocioni, Martín Leiva, Pablo Prigioni, Carlos Delfino o el alero Hernán Jasen. Todos se mostraron siempre dispuestos a formar parte de la selección en los torneos importantes. Sería la última función de la Generación Dorada, secundada por una camada de juveniles que le cuidan muy bien las espaldas y prometen continuidad.

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