sábado, 29 de mayo de 2010

La última función


El Mundial de Italia 1934, además de caracterizarse por el fraude sistemático, dejó en la memoria futbolística una selección que se ganó el apodo de Wunderteam, algo así como el equipo de los sueños en la traducción al español. El dueño del apelativo era el combinado austriaco que, dirigido por Hugo Meisl, tenía en su núcleo ofensivo a Walter Nausch, Josef Smistik y el mejor futbolista que vio la tierra de Sigmund Freud en su esporádica pero rica historia: Matthias Sindelar.
La buena impresión que había dejado Austria en el Mundial de Benito Mussolini era la excusa de un país sumergido en conflictos políticos para ilusionarse con la consagración en Francia 1938. La progresión del equipo era ideal y, en todo el mundo, no existía rival superior. Nada, excepto una medida destructiva, podía truncar el sueño de quienes ya se jactaban de ser potencia.
En medio del desempeño del Wunderteam en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, Adolf Hitler comenzó a idear el plan que uniría a su Alemania Nazi con Austria incluyendo un proyecto para conformar una selección unificada entre ambos países y poder llegar así al título en el Mundial de Francia. Para darle forma al propósito, el Führer obligaría a los futbolistas austriacos a representar a Alemania.
Una vez lograda la unificación, el Wunderteam participó de un partido que organizó la Gestapo para celebrar la unión del Imperio. En aquella oportunidad Sindelar, cuyo genio judío no le permitía defender los intereses de otro país, convirtió uno de los goles que dieron el triunfo a su equipo y lo festejó junto a Karl Sesta realizando un desafiante baile frente al palco de Hitler, quien no ocultó su ira y se retiró inmediatamente del estadio. A partir de ese momento el bailarín de papel encontró en las lesiones y en su edad la excusa perfecta para no formar parte de la selección alemana.
Aquella celebración fue el principio del fin para el delantero. La omnipotencia de Hitler y el desarraigo de los valores que profanaban los Nazis le quitaron la posibilidad de continuar con su carrera por las constantes persecuciones de la policía alemana que lo consideraba un subversivo y velaba por su captura. El 23 de enero de 1939 fue encontrado sin vida en su casa junto a su novia y aquí es donde la historia y la memoria se confunden, ya que desde el principio la causa de su muerte a los 35 años fue un misterio.
La versión oficial indicó que había perecido a raíz de una intoxicación por una fuga de gas en la cocina, aunque no son pocos los que sostienen que Sindelar en realidad se suicidó inhalando monóxido de carbono a causa de la depresión que le provocaba no poder jugar al fútbol. La persecución política que le propinaba el gobierno por considerarlo de familia judía y socialdemócrata y el estado de ebriedad en el que llegó a su domicilio luego de una reunión con amigos en un bar, le dieron más fuerza a la teoría del suicidio.
Otra versión también sostiene que fue asesinado por los Nazis y con el tiempo este veredicto tomó más fuerza cuando se dieron a conocer los crímenes sufridos por los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Quienes apoyan esta interpretación justifican que el informe oficial detalla que su fallecimiento fue originado por una fuga de gas dado que en aquel momento los muertos por suicidio y asesinato no podían acceder a un funeral. Sindelar finalmente fue velado y enterrado en Zentralfriedhof ante cuarenta mil personas que despidieron a su máximo ídolo.
Lo importante es reconocer que el peculiar reconocimiento de este delantero no se remonta solamente a su capacidad para la gambeta y la definición exquisita, sino que su mito se alimentó de una carrera meteórica en una etapa trágica de la historia mundial y de un final prematuro que dejó una incógnita irresoluta para siempre. Tal es la admiración por su historia que la calle de Viena en la que vivía lleva su nombre y a su tumba se acercan anualmente miles de fanáticos para rendir homenaje a uno de los futbolistas más reconocidos del siglo XX. Humillar a los Nazis le costó la vida, sin embargo sus convicciones, su honor y su valentía le guardarán merecidamente un lugar en las crónicas del deporte para siempre. El Mozart del fútbol aun nos regala su música convertido en leyenda.

12 comentarios:

  1. Contigo siempre se aprenden cosas nuevas!!

    Saludos y sigue así.

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  2. Lo que son las cosas. Entonces los jugadores eran "raptados" y obligados a jugar para otros países y hoy los jugadores voluntariamente cambian de aires y rara es la selección que no tiene un integrante nacido en otro lugar. Un argentino en Paraguay, otro en Italia, polacos en Alemania, turcos en Suiza, senegaleses en Francia, estadounidenses en Italia, etc., etc.

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  3. Estas historias que contás no solo me hacen aprender cosas nuevas sino que hablan también de como la política ha usado al fútbol para hacer de las suyas y que al no poder mezclar las cosas uso la fuerza contra personas inocentes. Abrazo y segui asi!

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  4. Reseñado en mi blog, triste y penosa muerte tuvo Sindelar. Pensar que desde ahí, Austria tuvo rendimientos muy irregulares y casi pobres en Mundiales y hace más de 12 años que no está en un acontecimiento ecuménico. Todo mal.

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  5. Pasar por tu blog es sinónimo de conocer siempre cosas nuevas. Sigue así amigo.

    Un saludo desde Fútbol y más fútbol

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  6. Siento que en tu blog se aprende mucho. El fútbol, el mejor tema para hablar entre amigos, y porque no entre mujeres y hombres eso sí si hay dominio del tema.

    Un beso (:

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  7. Este mundial le guardo un grato recuerdo porque de siempre supe que fué el mundial del primer jugador que jugaba en un equipo sevillano y estaba en el betis , entonces le guardo un cariño especial ¡¡

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  8. Vaya historia más curiosa. Ha tenido los cojones de "desafiar" al mismismimo Hitler pero le costó la vida y bueno, el cerdo de Hitler ha destrozado millones de vidas que no se merecen morir. Muy buena historia.

    Saludos.

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  9. Bestial muchacho, cada lectura que hago en tu blog es un paso adelante en mis conocimientos de este deporte, gran post amigo. Por cierto la primera vez que oigo hablar del jugador, y acompañado de la historia, mejor aún. Una lástima lo que los conflictos no nos han acabado de dejar por conocer.....

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  10. En lo meramente deportivo las guerras siempre nos han hecho perder a grandes jugadores o equipos / selecciones . Este austriaco es un claro ejemplo más .

    Un saludo

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  11. Muy buena nota. Otra de las tantas injusticias que tuvo un jugador de fútbol.
    Leí algo de Sindelar pero desconocía sobre las causas de su muerte.
    Abrazo 100% riverplatense.

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  12. Muy bueno éste post, Matías.
    Todavía es un misterio la muerte de Sindelar. No está clara. Hace poco, creo que salió un libro, donde se afirma que fue un suicidio. Pero no lo recuerdo bien. Habrá que chequeralo.
    Salute.

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