En los años cincuenta, el Manchester United era un equipo prominente que se floreaba por Europa en franco crecimiento de la mano de Sir Matt Busby, un entrenador que había logrado sacar lo mejor de Duncan Edwards, quien por entonces era un jovencito apodado “Marble Boy” que daba cátedra con su fútbol exquisito y su remate ambidiestro.
Por aquellos años, el viejo continente era dominado por el Real Madrid de Alfredo Di Stefano y Ferenc Puskás, los mismos que habían comandado a la Casa Blanca a la obtención de cinco Copas de Europa en forma consecutiva, sin embargo el mundo hablaba de los Diablos Rojos como los únicos capaces de destronar a los españoles, y razones para hacerlo tenían de sobra, Busby había rodeado a Edwards de otras figuras como Roger Byrne, el “Hombre gol” Dennis Viollet y Tommy Taylor. El éxito tarde o temprano debía llegar para adornar las vitrinas de Old Trafford.
Pero el destino quiso que todo cambie un 6 de febrero de 1958, el cuerpo técnico y los jugadores del Manchester United regresaban en avión desde Belgrado, donde habían logrado la clasificación a las semifinales de la Copa de Europa frente al Estrella Roja. Las crónicas de la época revelan que el trayecto Rusia-Inglaterra de ese vuelo incluía una parada en Munich, allí fue donde las precarias comunicaciones de aquellos días desataron la tragedia.
El duro invierno europeo hizo que la pista de aterrizaje se congele y cuando James Thain, el aeronauta de aquel vuelo, pudo advertir que esto sucedía, ya era tarde. Los sucesivos intentos por remontar la aeronave fueron en vano y cuando el piloto pudo alcanzar la altura adecuada para despegar nuevamente, una falla en uno de los motores provocó la caída en un terreno lindante al aeropuerto.
Luego del recuento de víctimas fatales pudo saberse que el número ascendía a veintitrés, entre ellos siete jugadores del United, Geoff Bent, Roger Byrne, Eddie Colman, Mark Jones, David Pegg, Tommy Taylor y Liam Whelan. Los otros quince fallecidos se repartieron entre aficionados, periodistas y asistentes del club que también formaban parte de la tripulación. Paradójicamente y como una luz de esperanza hacia el futuro, la tragedia mantuvo con vida a Duncan Edwards, sin embargo las graves heridas hicieron que pereciera dos semanas después del accidente en un hospital de Munich. Jackie Blanchflower y Jhonny Berry pudieron salvar sus vidas, pero las delicadas lesiones que sufrieron truncaron sus carreras futbolísticas.
Aquella temporada los “Busby Babes”, tal cual eran apodados, marchaban en la primera colocación de la liga. Tras el accidente apenas pudieron alcanzar el noveno puesto y a pesar de llegar a duras penas a la final de la FA Cup, cayeron frente al Bolton.
La reconstrucción del equipo se cimentó en Matt Busby, el escocés había logrado salir ileso del accidente junto a un tal Bobby Charlton, quien sumado a Dennis Law y un joven George Best, formaron la temible delantera conocida como la Santísima Trinidad y lograron darle al Manchester United la Copa de Europa diez años después de la tragedia.
Aquel fugaz equipo guardará por siempre un lugar privilegiado en la retina de Old Trafford, donde el espíritu de los protagonistas de Munich aun regocija con buen fútbol el recuerdo de aquellos que pudieron disfrutarlos, mientras que para los más jóvenes, un reloj ubicado en el corazón del “Teatro de los Sueños” marca con exactitud la fecha y hora del desastre rescatando del olvido a las víctimas fatales.
Por aquellos años, el viejo continente era dominado por el Real Madrid de Alfredo Di Stefano y Ferenc Puskás, los mismos que habían comandado a la Casa Blanca a la obtención de cinco Copas de Europa en forma consecutiva, sin embargo el mundo hablaba de los Diablos Rojos como los únicos capaces de destronar a los españoles, y razones para hacerlo tenían de sobra, Busby había rodeado a Edwards de otras figuras como Roger Byrne, el “Hombre gol” Dennis Viollet y Tommy Taylor. El éxito tarde o temprano debía llegar para adornar las vitrinas de Old Trafford.
Pero el destino quiso que todo cambie un 6 de febrero de 1958, el cuerpo técnico y los jugadores del Manchester United regresaban en avión desde Belgrado, donde habían logrado la clasificación a las semifinales de la Copa de Europa frente al Estrella Roja. Las crónicas de la época revelan que el trayecto Rusia-Inglaterra de ese vuelo incluía una parada en Munich, allí fue donde las precarias comunicaciones de aquellos días desataron la tragedia.
El duro invierno europeo hizo que la pista de aterrizaje se congele y cuando James Thain, el aeronauta de aquel vuelo, pudo advertir que esto sucedía, ya era tarde. Los sucesivos intentos por remontar la aeronave fueron en vano y cuando el piloto pudo alcanzar la altura adecuada para despegar nuevamente, una falla en uno de los motores provocó la caída en un terreno lindante al aeropuerto.
Luego del recuento de víctimas fatales pudo saberse que el número ascendía a veintitrés, entre ellos siete jugadores del United, Geoff Bent, Roger Byrne, Eddie Colman, Mark Jones, David Pegg, Tommy Taylor y Liam Whelan. Los otros quince fallecidos se repartieron entre aficionados, periodistas y asistentes del club que también formaban parte de la tripulación. Paradójicamente y como una luz de esperanza hacia el futuro, la tragedia mantuvo con vida a Duncan Edwards, sin embargo las graves heridas hicieron que pereciera dos semanas después del accidente en un hospital de Munich. Jackie Blanchflower y Jhonny Berry pudieron salvar sus vidas, pero las delicadas lesiones que sufrieron truncaron sus carreras futbolísticas.
Aquella temporada los “Busby Babes”, tal cual eran apodados, marchaban en la primera colocación de la liga. Tras el accidente apenas pudieron alcanzar el noveno puesto y a pesar de llegar a duras penas a la final de la FA Cup, cayeron frente al Bolton.
La reconstrucción del equipo se cimentó en Matt Busby, el escocés había logrado salir ileso del accidente junto a un tal Bobby Charlton, quien sumado a Dennis Law y un joven George Best, formaron la temible delantera conocida como la Santísima Trinidad y lograron darle al Manchester United la Copa de Europa diez años después de la tragedia.
Aquel fugaz equipo guardará por siempre un lugar privilegiado en la retina de Old Trafford, donde el espíritu de los protagonistas de Munich aun regocija con buen fútbol el recuerdo de aquellos que pudieron disfrutarlos, mientras que para los más jóvenes, un reloj ubicado en el corazón del “Teatro de los Sueños” marca con exactitud la fecha y hora del desastre rescatando del olvido a las víctimas fatales.
muy buen post mati, un poco frio para mi gusto pero bien, obejtivo fue el post. t mando un abrazo
ResponderEliminarseñor Rodriguez ud me gusta
ResponderEliminarTremenda tragedia tuvo que soportar el Manchester United. Hace poco salieron a la cancha contra el City, creo, con una camiseta igual a la usada. Y no se si entre otras cosas, tenian el dia y la hora del accidente.
ResponderEliminarsaludos
Una tragedia que marcaría un antes y un después para el MU.
ResponderEliminarImagino que seguir adelante luego de aquello, no debe haber sido nada fácil para los sobrevivientes!!
Saludos!!
Tenía entendido que Bobby Charlton no había viajado. No estoy seguro.
ResponderEliminarSaludos, Matías Rodríguez.
Hola Matías, gran post acordándote de ellos. Creo que aquella época fue de las más oscuras de la historia del fútbol.
ResponderEliminarSaludos desde
agolpedebalon.blogspot.com
Uno de los grandes de Europa y siempre lo será.
ResponderEliminarSaludos.
Que post tan triste pero tan emotivo y tan bonito a la vez tio , algo había oído pero no estaba seguro que fuera el Manchester , además te doy mi más sincera enhorabuena como te has acordado de ellos tio , para los aficionados de aquella época sería .......pufff no me puedo imaginar , yo al manchester le tengo un cariño especial , el betis sólo tiene una liga conseguida en el año 1934 ( ya ha llovido.. jeje ) y la ganó siendo entrenador un ex-jugador del Manchester un tal Patrick O,Connell....que en Old Trafford está grabado su nombre por siempre ¡¡ saludos desde españa ¡¡
ResponderEliminarAh, qué recuerdo, que en paz descansen todos los fenecidos.
ResponderEliminarque buena cronica, algo habia escuchado de la tragedia, un no muy grato pero si emotivo recuerdo.
ResponderEliminarun abrazo!
Muy Buen Post... Excelente...!!!!! Abrasos
ResponderEliminarmuy interesante como siempre a pesar de que yo no soy un aficionado al Manchester United, me gusta más el Liverpool o el Manchester City que tiene una buena historia también
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