El fútbol moderno trajo consigo numerosos cambios, entre los más significativos figuran el incremento en la velocidad de juego y el vértigo ofensivo que redujeron considerablemente la pausa que aportaba un enganche, tiempo atrás, imprescindible para cualquier equipo.
Los sistemas tácticos eliminaron ese jugador distinto entre los volantes y los delanteros y el popularmente conocido enganche se convirtió en un mediocampista más con una libertad mayor que la de sus compañeros o bien en un mediapunta o extremo. Obviamente que el cambio también produjo variantes en la forma de juego de los futbolistas en cuestión.
Los antiguos enganches acostumbrados a un juego pausado, en estos tiempos considerado lento, pasaron a ser más rápidos y efectivos, ganaron espacio en el área rival pero perdieron el ojo clínico de las asistencias milimétricas. También la calidad de la pegada se incrementó en la misma proporción en la que se perdió el control de la pelota al ras del suelo, los pelotazos de larga distancia, cambios de frentes y centros buscando al ariete dejaron de ser una opción para convertirse en un recurso.
Estos jugadores, neoenganches (sin la intención de desprestigiarlos con el prefijo neo), acabaron por convertirse en enganches fantasmas, jugadores distintos, dueños de equipo y de la pelota pero sin una posición fija. Incluso los últimos sobrevivientes como Juan Román Riquelme o Pablo Aimar, vivieron sus tiempos de gloria oficiando de enlaces sin ocupar estrictamente esa posición. El Boca de Bianchi campeón de todo jugaba con un 4-4-2 que le daba libertad a Riquelme para jugar, habilitar, llegar al área y mantener la pelota. Así ganó todo y con el ex jugador del Villareal como principal figura.
Siempre se ha dicho que Argentina es una especie de área protegida para los enganches y seguramente los que afirmen esto tendrán razón. El fútbol europeo eliminó mucho antes de sus sistemas a los enganches y no por eso comenzaron a jugar mal. De hecho los mejores y más recordados equipos fueron los principales asesinos de esta posición que hasta hace poco tiempo formaba parte de la columna vertebral de cualquier formación.
El Ajax de Van Gaal sin ir más lejos, triunfaba con un sistema 4-3-3 que tenía al finlandés Litmanen como figura por su labor como mediapunta siendo su posición natural la de enlace. Esto era posible en gran medida gracias a los dos perros sabuesos que tenían en la mitad de la cancha, Davids y Seedorf aguantaban la presión rival y devolvían las embestidas con fútbol champagne.
Hoy en día el Barcelona es una clara muestra de lo que puede hacer una buena utilización del enganche fantasma, a pesar de contar con un fútbol retro que apunta a la pausa y la pelota al piso, Xavi e Iniesta se complementan para ser el tándem perfecto del conjunto blaugrana. Seguramente un enganche clásico, estancado entre la línea de volantes y delanteros jugando de espaldas al arco rival sería incluso un estorbo para Messi, Villa, Pedro y compañía con su ataque explosivo.
Salvando las distancias, en Argentina es Walter Ervitti el que intenta jugar como enganche fantasma siguiendo la línea de juego de Xavi e Iniesta en el Barcelona. En sus comienzos en San Lorenzo fue un enganche clásico más tarde devenido en doble cinco con menos marca que juego que triunfó en Banfield logrando un campeonato en el que fue el estandarte de su equipo.
Ejemplos hay miles, cada uno con sus virtudes y limitaciones pero todos cómplices de un fútbol moderno que promete eliminar el enganche en favor del juego presuroso y vertical.
buen comentario...
ResponderEliminar¡CÓMO CAMBIARA LA SELECCIÓN ARGENTINA CON RIQUELME!
ResponderEliminarSaludos.
Algunos de este tipo de jugadores aun siguen existiendo como tal sin de necesidad de ser falso mediapunta o jugar de mediocentro. Pero como tu bien has dicho. Estos mediapuntas como puden ser: Kaka', Özil... ahora tienen más velocidad y son de corte mas ofensivo. Pero aun existe un futbolista, un enganche como los de antes y ese es Cesc Fábregas.
ResponderEliminarSaludos desde El Rincón Del Deporte
No estoy tan de acuerdo Matías. Siento que si el fútbol moderno promete eliminar el enganche en favor del juego presuroso y vertical siento que se jugará cada vez peor. Si en cambio está la opción de superarlo o reemplazaro con opciones que brinden posibilidaldes de juego para los volantes o delanteros está Ok, pero la presura o prontitud no es una virtud en sí misma.
ResponderEliminarLos equipos brasileños son opciones posibles con o sin enganche defienden el buen juego y creo que la lentitud del enganche es muy relativa. La audacia y la velocidad o lentitud en fútbol, son conceptos que guardan muchos aspectos y lecturas entre líneas, el fútbol ofrece otra dimensión que da por tierra cuestiones que son propias de otras disciplinas deportivas. Un pase milimétrico al área de un enganche tradicional, y si querés lento, puede vencer al más veloz de lo carrileros o al pelotazo más vehemente.
Igual lindo tema tocaste, la discusión puede dar para mucho.
Abrazo
Matías ojalá que el fútbol moderno no elimine al enganche. En este tiempo en que lo moderno parece ser lo mejor, yo apuesto por lo viejo, apuesto por el fútbol inteligente, con pausa y toque, con jugadores que piensen y no que tiren la pelota a cualquier lado o que tengan a un compañero a 3 metreos y se la den a un rival. Yo no estoy de acuerdo en lo que muchos quieren, que es darle toda la responsabilidad al enganche de la creación del juego y del bienestar del equipo, ya que si ese jugador está bien marcado o está en un mal día al equipo le irá mal. El enganche deberá encargarse de hacer jugar a su equipo, de asistir y de llegar al área rival pero ayudado por sus compañeros y no ser el único. Ojalá que el enganche no desaparezca y que el fútbol moderno sea mejor que lo que viene mostrando hasta ahora. Abrazo!
ResponderEliminarY una cosa más con respecto al tema de la velocidad, Riquelme es rápido o lento? Es lento para correr los cien metros pero es muy rápido mentalmente para tomar la decisión correcta y que le hará ganar 2 segundos por encima de los demás. Entonces si la velocidad en el fútbol se centrará en correr más rápido estamos perdidos, porque a lo que hay que apostar es a que haya más velocidad pero mental. Abrazo de nuevo!
ResponderEliminarLa figura del enganche en el fútbol creo que es imperecedera.
ResponderEliminarNi se ha perdido ni se perderá.
Es en Argentina donde estos tipos de jugadores tienen mayor esplendor debido al carácter pausado e inteligente de su juego.
Pero, en general, depende de cómo vaya el marcador hay que usarlos en mayor o menor medida.
La victoria es el objetivo final y si para ello hay que sacrificar el enganche para salvar un marcador a favor, bienvenida sea tal decisión.
Lo que es obvio es que en el fútbol de nuestros días, la forma física del jugador es clave para el devenir de un partido. Hoy se juega con una intensidad pasmosa y para ello es muy conveniente tener condición física superlativa.
Comparto con "mujerdeolé" este comentario: "Un pase milimétrico al área de un enganche tradicional, y si querés lento, puede vencer al más veloz de lo carrileros o al pelotazo más vehemente".Y Román es eso.., es milimétrico en sus pases ya que te coloca una pelota en el lugar y al jugador que él desee, sin tener en cuenta el lugar donde "Román" se encuentre.., y demás está decir que, cuando está iluminado, sus Tiros Libres son Cuasi-Goles. Abrazo Futbolero.
ResponderEliminarargentinos gay
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