jueves, 1 de enero de 2009

Del Potro, el sobreviviente


El retiro de David Nalbandian, la mala temporada de Juan Monaco y la intranscendencia a la que se vieron condenados los demás tenistas argentinos hicieron del 2013 un año olvidable para las raquetas criollas. No obstante, toda regla conlleva una excepción, y esta tiene el nombre de Juan Martín Del Potro, el tandilense que se jugó todo a ganador, privilegiando incluso su carrera por encima de la Copa Davis, y ahora cosecha los frutos de un buen recorrido anual en el circuito. A los 25 años está afincando en la quinta posición del ranking ATP, conserva como precedente inmediato una buena actuación –desde lo tenístico- en el Masters de Londres y lo cobija un horizonte prometedor. 
Son varios los aspectos que tiene que tener en cuenta Del Potro para sonreír en el cierre del año. Por primera vez en mucho tiempo logró recuperar su nivel y dejar atrás las recurrentes lesiones en la muñeca, una limitación que venía condicionando su rendimiento y que lo había condenado al ostracismo en 2011, cuando llegó a estar en el puesto 485 del ranking. Además, fue el único capaz de derrotar durante 2013 a los cuatro primeros, los famosos Big Four, el grupo de Roger Federer, Rafael Nadal, Andy Murray y Novak Djokovic. Al suizo le ganó la final en Basilea, a Rafa lo superó en las semifinales de Shangai, al escocés en los cuartos de final de Indian Wells y a Nole en la semifinal del mismo torneo. 
A su vez, los cuatro títulos que cosechó Del Potro a lo largo de la temporada le sirvieron para apuntalar su lugar en el ranking y reposicionarse en la elite del circuito. Todos ATP 500, se consagró en Rotterdam (7-6, 6-3 a Julien Benneteu), Washington (3-6, 6-1, 6-2 a John Isner), Tokio (7-6, 7-5 a Milos Raonic) y Basilea (7-6, 2-6, 6-4 a Roger Federer). Si a esto se suma que fue finalista en los Masters 1000 de Shangai e Indian Wells, se concluye que el tandilense confirmó su especialidad en cemento, la superficie sobre la que mejor se siente, ya sea al aire libre o bajo techo. En total, Del Potro suma 17 títulos ATP en su carrera y el US Open de 2009. 
En el Masters de Londres, al que clasificó con suma comodidad, se despidió en el round robin tras derrotar al francés Richard Gasquet y perder con Djokovic y Federer. De todas formas fue una buena actuación del tandilense, que reconoció su falta de claridad durante la campaña para cerrar los partidos y también los altibajos que le impidieron llegar más alto. “Otros años fui más regular y quizás no llegué tan bien a noviembre. Le gané a los cuatros primeros, eso no se logra todos los días”, dedujo Del Potro en conferencia de prensa. 
La gran deuda de Del Potro en 2013 fue respecto de los torneos de Grand Slam. Salvo en Wimbledon, a donde alcanzó las semifinales, en los demás no pasó la tercera ronda. La interpretación puede ser positiva teniendo en cuenta que en 2014 son pocos los puntos que tendrá que defender en torneos grandes, y que los cuatro primeros del ranking pelearán por revalidar la corona. El tandilense podría, entonces, escalar a la tercera colocación con una buena actuación en el Abierto de Australia. 
Conquistar la tan mentada regularidad es el gran objetivo de Del Potro, que firmó en 2013 el mejor año de su carrera desde aquel inolvidable 2009 que lo vio campeón en Flushing Meadows. Recuperado de su lesión y asentado en el ranking, aparece como la principal alternativa al reinado de los Big Four. La próxima temporada del circuito ATP puede ser decisiva para las aspiraciones del tandilense, que también deberá enfrentarse a las críticas si decide, nuevamente, privilegiar su desarrollo individual por encima de las ambiciones colectivas del equipo argentino de Copa Davis. Pretextos para revalidar la determinación no le faltan; el tiempo parece haberle dado la razón.

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