martes, 25 de mayo de 2010

Ser leyenda


Brasil en 1970 padecía los estragos de uno de los peores gobiernos de su historia, la dictadura de Garrastachu Medici sembraba el terror y clausuraba la libertad de expresión del pueblo y ni siquiera el fútbol pudo saberse afuera de ese macabro sistema.
El Mundial de México 70’ será recordado por la semifinal entre Alemania e Italia, conocido como el partido del siglo, por la atajada de Gordon Banks a Pelé, también mencionada como la parada del siglo o por la gran cantidad de estrellas de primer nivel que fueron parte de la competición, pero sin dudas quedará por siempre en la memoria de todos por el magnifico desempeño de la selección de Brasil, campeón invicto de punta a punta y sin dejar margen a ningún tipo de dudas.
El equipo en principio sería dirigido en el Mundial por Joao Saldanha, sin embargo el técnico tuvo un serio enfrentamiento con Pelé y lo había excluido de la cita mundialista, por lo que el dictador brasileño intervino y decidió desbancar al entrenador para darle lugar a Mário Zagallo, quien reintegró al astro. Lo que Saldanha no sabía, es que había armado la base de lo que después se convertiría en el mejor equipo de todos los tiempos.
A pesar de la incertidumbre que rodeaba el destino del país por el estallido de la guerra civil, no hubo impedimentos para que los cariocas puedan disfrutar de su combinado en la televisión a color por primera vez en la historia de los Mundiales.
Brasil no la tuvo fácil en el grupo que compartió con Inglaterra, Rumania y Checoslovaquia, pero se clasificó a la fase final con inobjetables goleadas y puntaje ideal, los brasileños comenzaban a dejar de lado el limite de la verosimilitud para descubrir la fantasía del ingenio, la belleza y el placer que era ver jugar a Pelé, Gerson, Tostao, Jairzinho, Rivelino, Clodoaldo y Carlos Alberto, que con toda la magia futbolística inimaginable descollaban ante defensas rivales que hacían maromas para detenerlos y no tenían éxito.
En los cuartos de final la verdeamarelha enfrentó al Perú de Teófilo Cubillas y con un doblete de Tostao, más los goles de Rivelino y Jairzinho, se deshizo de los sudamericanos sin problemas para enfrentar en semifinales a Uruguay. La posibilidad de vengarse del doloroso Maracanazo al fin llegaba y Jairzinho, Rivelino y Clodoaldo dejaron bien en claro que el sueño de la consagración ya no era una utopía, los esperaba Italia en la final.
Solo faltaba la confirmación, esa que grandes equipos como Suecia antes u Holanda después no supieron afrontar en su momento y tuvieron que conformarse con ser de los pocos segundos recordados, pero la historia fue distinta, más de 100.000 espectadores fueron testigos en el estadio Azteca de la mayor muestra de fútbol de todos los tiempos, un equipo que demolió a su rival en todas sus líneas, a paso de toque corto y pelota al piso se puso el mundo a sus pies de la mano de O Rei, que marcó el primer gol y asistió a Gerson y Jairzinho en los restantes y participó del último de Carlos Alberto, emblema, capitán y encargado de levantar la Copa Mundial. Brasil se adueñó de la Jules Rimet al erigirse tricampeón y convirtió al Lobo Zagallo en mito al ser el pionero en lograr el campeonato del mundo como jugador y como técnico.
Hubo muchos conjuntos que desarrollaron un gran fútbol, otros tuvieron estrellas que fueron decisivas y rutilantes para el desempeño colectivo, pero este Brasil se adelantó a todos y la atracción que generaba cada vez que salía a la cancha jamás podrá ser igualada, la esencia de ese equipo desafiaba la lógica de lo impensado y quedó marcada eternamente en todos como un conjuro imborrable que ve lo irreal con la normalidad de lo innegable. Para ese equipo todo era posible. Vinieron de otro planeta para intentar maravillar el nuestro y evidentemente lo lograron.

10 comentarios:

  1. Se basa todo en el esfuerzo y la constancia. Tú también tienes buen blog, de verdad.

    Un abrazo desde Zaragoza.

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  2. El fútbol hace que los ciudadanos de un país que pasa por dificultades sociales y políticas se desahogue por un momento viendo a la selección de su país triunfar en el mundo.
    Enhorabuena por estos posts, son realmente buenos.

    Un saludo desde Fútbol y más fútbol

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  3. Como siempre has realizado un gran post.

    saludos desde El rincón del deporte

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  4. Gran post amigo Matías ........y cuantas dificultades tuvieron los amigos brasileños en ese año eh ¡ , y la alemania de aquellos años ya se acabó.... antes a la selección alemana se le tenía mucho respeto , y ha pasado a ser una selección frágil . Un abrazo crack ¡¡

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  5. Sin duda aquel Brasil se ganó a pulso el reconocimiento de todos ,veremos si alguna selección consigue igualarles o superarles .

    Un saludo

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  6. Salvando las distancias, les pasó algo parecido a lo nuestro en el 78'. Increíble, ahora bueh, entre tantas desgracias, no tenia muchas ganas de comentar pero bueno, muy buen post.
    saludo

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  7. Mi abuelo siguió toda la temporada mundialista de Brasil, desde Guadalajara hasta la final. Una experiencia inolvidable.

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  8. Este Brasil del 70 junto a Holanda del 74-78 deben ser las selecciones que mejor juego desarrollaron, por lo que cuentan, en la historia de los mundiales. La diferencia es que uno pudo consagrarse y el otro, no.
    Debe haber sido un lujo poder disfrutar del juego de ese equipo.
    Abrazo 100% riverplatense.

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  9. Un equipo de leyenda. Hablar de Brasil del 70 son palabras mayores.
    A lo largo de su historia, Brasil ha estado ligado a dictaduras. El fútbol ha sido siempre uno de los sostenes de los regimenes políticos de este tipo para seguir adelante con su gobierno. Brasil es un claro ejemplo de ello.

    Que partidazo el Alemania-Italia!!

    Saludos!!

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  10. Muy buena historia la verdad, comentar del Brasil 70 comentare poco pq tengo pocos conocimientos pero voy conociendo más la historia gracias a esta entrada y de otros blogs para conocer mejor jeje.

    Saludos.

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