Corría mayo de 1958 cuando Inglaterra aun estaba devastada por el desastre aéreo de Munich y los herederos de un equipo que ya no existía debían hacerse cargo de la final de la FA Cup. Las ruinas del Manchester United, tumbado por la tragedia, se medían ante el Bolton Wanderers en el estadio de Wembley.
Todos los ojos del país estaban puestos en esa final ya que la triste primavera había logrado lo imposible, unir en el mismo deseo a todos los hinchas ingleses, todos querían ver al Manchester campeón en lo que sería, aunque más no sea, una melancólico premio consuelo para alentar la reconstrucción. Pero eran todos menos unos pocos, claro, porque la final era contra el Bolton y a sus seguidores no les hacía mucha gracia ver derrotado a su equipo en el partido decisivo.
Los Whites aun tenían la sangre en el ojo por la final perdida en 1953 frente al Blackpool de Stanley Matthews, el primer balón de oro de la historia. La revancha les caía tal vez en el momento menos indicado pero no podían dejar pasar la oportunidad, un país entero conmovido por el desastre les deseaba la derrota y ellos debían sobreponerse.
Por esas cosas que tiene el fútbol, el Bolton contaba en sus filas con Nat Lofthouse, un eficiente pero desventurado delantero que al igual que toda su generación sufrió las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, que atrasó significativamente su debut. Finalmente pudo hacer su presentación en el primer equipo y esos colores no los largaría nunca más, incluso llegó a ser internacional en más de treinta oportunidades con éxito relativo y la participación en un Mundial, el de Suiza 1954, como logro representativo.
Lofthouse era más un púgil que un futbolista, eterno buscador de revancha desde la final perdida en 1953 donde había abierto el marcador, forjó su carácter a fuerza de lucha y enfrentamientos en los que no siempre salía vencedor. La FA Cup de 1958 era un desquite para el Bolton pero principalmente para él, cuestionado y agraviado por su edad (nacido en 1925 contaba ya con treinta y tres años), muchos pensaban que había llegado su hora.
Sin embargo y a pesar de las críticas, ahí estaba Lofthouse y su Bolton en el ya mítico Wembley con el Manchester enfrente e Inglaterra detrás, estaba todo dado para que los Red Devils dieran la vuelta pero de haber sido así no existiría esta historia. Apenas tres minutos debieron pasar para que el malo de Nat marque el primero de sus dos goles esa tarde, el segundo fue en el arrollador comienzo del segundo tiempo con un soberbio disparo que Gregg, el arquero del United, se esforzó en dominar sin éxito. El partido estaba sentenciado y el Bolton volvía a sonreír desde 1929.
Así lloró incrédula Inglaterra la caída de su emblemático Manchester mientras un puñado de antihéroes, con Lofthouse a la cabeza, levantaban la FA Cup, la última de las cuatro del club hasta el momento. La historia es conocida cuando más adelante el gigante se levantó para dominar Europa y el mundo, sin embargo la espina de esa final aun permanece clavada en el imaginario inglés.
Cierto. Salut desde Barcelona.
ResponderEliminarHola Matías: Gracias por otra fantástica historia del football inglés, estaba al tanto de la figura de Lofthouse, no así de las particuaridades de esa final. Parece que los Trotters tienen una rica cantidad de historias de lo más relevantes en la FA, sumada a ésta la "Matthews Final" y la "White Horse Final".
ResponderEliminarSaludos!
Evidentemente, no se iban a dejar ganar. Saludos.
ResponderEliminarDurante toda la historia del fútbol ha pasado esto. El equipo grande lo tiene todo a favor se confía y el pequeño le rebaña la tostada.
ResponderEliminarMatías gran historia.
Saludos desde El Rincón Del Deporte
Hola Matías
ResponderEliminarCoincido con el resto de lectores: gran historia. Es un placer seguirte.
Saludos desde Barcelona
La historia ya me la sabía, pero no contada de esta forma tan amena, gracias por las reminiscencias del pasado.
ResponderEliminarYa mismo te enlazo en mi blog entre mis recomendados, te felicito por tu pagina, esta estupenda.
ciao,
Bruno
Siempre que entro a este blog leo todas las historias y me llaman siempre la atención. La FA Cup no ha perdido su valor gracias a estas anécdotas, más allá de ser el torneo más antiguo del Mundo sino me falla la data.
ResponderEliminarÉxitos Matías, te espero en mi blog.
hola amigo me gustaria intercambiar enlaces de nuestros blog si te interesa avisame ok
ResponderEliminarun saludo.
Estoy de acuerdo , gran historia..el pez pequeñín se comió al grande..no sabía mucho de esta historia entre el Manchester y el Bolton , interesante..;)
ResponderEliminarSaludos.