…yo soy el león. El fútbol argentino tiene un nuevo campeón. Es el Estudiantes de Alejandro Sabella. Más brillante en los números y en los resultados que en el juego, hilvanó un paso a paso de digno campeón, ganó de visitante partidos claves como en Rosario ante Newell’s y en Mendoza frente a Godoy Cruz, se quedó con el clásico y superó a los cinco grandes. De los diecinueve partidos del Apertura, cantó victoria en catorce, empató en tres y apenas perdió dos, ante el sorprendente All Boys y frente a Tigre en Victoria.
Se puede decir que es un campeón más brillante en la estadística que en el juego porque Estudiantes ganó partidos claves sin jugar bien. Incluso goleó rivales sin merecerlo, el encuentro con River es el más claro ejemplo y en el Monumental fue donde sentenció prácticamente la consagración. Otro de los paréntesis y quizás el más influyente que marca a este campeón un tanto deslucido es la gran cantidad de penales que le dieron a lo largo del Apertura, sobre todo en el arranque, que es vital en un torneo corto para quedarse con el título.
Como punto a favor el Pincha puede jactarse de haber superado a un gran rival como lo es Vélez, quizás superior incluso gracias a su tremendo poderío ofensivo. A lo largo del torneo jamás se le despegó como seguidor incansable y sólo el empate en Liniers frente al futuro campeón mermó las chances de campeonar para el Fortín. Fue el meritorio subcampeón a fuerza de golazos.
Las lesiones también hicieron tambalear a Estudiantes. Muchas de ellas generaron ausencias claves, como las de Juan Sebastián Verón o Rodrigo Braña durante etapas decisivas del torneo. Se pudieron sobreponer a todos estos factores y aprovechando los mejores momentos de cada jugador de su plantel, el Pincha pudo sacar adelante partidos increíbles. Sin ir más lejos, hoy el héroe fue Hernán Rodrigo López quien por las dolencias sólo pudo estar presente en cuatro fechas.
Enzo Pérez, Gastón Fernández y Leandro Benítez fueron otros de los pilares importantes de un campeón bastante particular que conjugó pragmatismo, astucia y oportunismo para superar contrincantes siendo letal en la pelota parada y férreo en defensa. Un campeonato bien a lo Pincha, con cábalas, suspenso, seguramente algo de mística y un tal Ruso Prátola que acompaña desde arriba cada gesta del club de sus amores.
¡¡¡¡¡Enhorabuena y mis mas sinceras felicitaciones tio ¡¡¡¡
ResponderEliminarUn digno campeón sin duda!! Vi algunos partidos de Velez, sobre todo al principio del Torneo, y he de decir que me encantaba como jugaban; ofensivos y con buen toque de balón. Al Pincha lo vi un partido pero no fue nada del otro mundo ganó por un gol, creo recordar, y basó su juego en la solidez y aprovechar los contraataques. De todas formas si ganó el Torneo es porque se lo merece.
ResponderEliminarSaludos!! ;)
Verón quizá tiene la culpa de que no se juegue tan brillantemente, está muy mayor y su calidad ya no brilla tanto.
ResponderEliminarEnhorabuena a todos los pincharratas
saludos
Bueno, no queda mas que felicitar al Campeón y por supuesto, enviarte un fuerte abrazo Matías.
ResponderEliminarDignísimo campeón, al que tengo un gran cariño. Enhorabuena al pincha.
ResponderEliminarYo esperaba que Velez fuera campeón, es un equipo que me cae bastante bien pero Estudiantes fue el mejor y mereció ser campeón.
ResponderEliminarSaludos.
Salud al gran campeón, aunque sinceramente prefiero a otros equipos a la hora de analizar las virtudes del juego. Me quedo con Vélez, que fue un dignísimo escolta, Godoy Cruz y hasta con All Boys. a mi entender el Pincha muchas veces ha sido bastante amarrete. Aunque ganó el torneo de punta a punta, y sus merecimientos y supremacía por sobre el resto de los equipos son inobjetables.
ResponderEliminarAbrazo Matías
Felicitaciones Pincha, lo merecías y te lo ganaste, se te presento varias veces chivo y con garra lo sacaste adelante, Salud campeones !!!!
ResponderEliminarAbrazo desde La Plata, Matías.