sábado, 19 de febrero de 2011

El Ángel del gol


Ángel Clemente Rojas fue seguramente el encargado de romper un estereotipo de profesionalismo y seriedad que adornaba el ambiente del fútbol allá por la década del sesenta. Con desfachatez se convirtió en el primer rebelde criollo que paseó sus locuras por una cancha envuelto en la camiseta de Boca y en la sonada ovación de su público domingo tras domingo.
Descubierto por Bernardo Gandulla, un cazatalentos por excelencia, llegó al Xeneise en 1959 con edad de sexta división. Fue escalando hasta llegar a la reserva que le empezaría a dar un nombre cuando los hinchas se regodeaban con sus travesuras en el preliminar y lo pedían para el primer equipo. No obstante su poca afición por el entrenamiento le jugó en contra y para no frenar su progresión fue enviado al desaparecido Arsenal de Lavallol, que en ese entonces era una filial de Boca que participaba en la Primera C.
Una vez que volvió al club de la Ribera hizo su debut en Primera el 19 de mayo de 1963 en una victoria frente a Vélez en La Bombonera por tres a cero, con tres tantos de Corbatta y todos a pase de Rojas, que a esa altura ya había dejado de ser el Pochi que todos conocían en los potreros de Sarandí para transformarse para siempre en Rojitas. Adolfo Perdernera quedó maravillado con su rendimiento al lado de Ernesto Grillo y Norberto Menéndez y no lo sacó nunca más.
La idolatría de la exigente tribuna de Boca le llegó rápido, sus quiebres de cintura, goles electrizantes y picardías contra Amadeo Carrizo, gloria riverplatense al que el propio Rojitas hizo enfurecer robándole la gorra en la trágica jornada de la puerta 12, lo catapultaron a un selecto pedestal de ídolos. Todo era poesía para el joven y talentoso delantero hasta que una lesión lo frenó en seco: Juan Carlos Devoto, defensor de Huracán, le rompió los ligamentos cruzados.
En ese entonces una lesión de esa gravedad era un motivo más que suficiente para acelerar el retiro de cualquier futbolista, sin embargo el delantero de la cintura de oro y las gambetas envenenadas se recuperó y volvió en todo su esplendor para quedarse con el Campeonato de Primera División de 1965 en donde jugó todos los partidos y se sacó la espina de no haber podido dar la vuelta olímpica en el torneo obtenido por su equipo el año anterior.
En 1966 Perdernera seguía en el banco de Boca y ante las flojas actuaciones de Rojitas que no estaba teniendo un buen año, lo bajó nuevamente a reserva y su lugar fue ocupado por Cesar Luis Menotti. Siendo número puesto para el Mundial de Inglaterra se quedó afuera por falta de continuidad. A los veintiún años y con una carrera hecha se perdía una gran oportunidad en la selección.
Los años siguientes agarraron a Boca en una profunda etapa de recambio, muchas incorporaciones rutilantes y pocos resultados hicieron desfilar varios entrenadores y Rojitas no fue ajeno a la situación, el Tano Nicolás Novello ocupó su lugar y él debió conformarse con ver los partidos desde el banco.
La llegada de Alfredo Di Stéfano fue un renacer para quien seguía siendo el ídolo del club a pesar del mal momento personal. Gracias a esa confianza, Boca volvió a salir campeón después de cuatro años y Rojitas jugó nuevamente todos los partidos del Nacional 1969 siendo el goleador de su equipo junto a Norberto Madurga. Ese año también se quedarían con la Copa Argentina al derrotar en la final a Atlanta en el viejo Gasómetro.
Los albores de la década del setenta comenzaron a marcar su decadencia como futbolista, era mejor definidor y ya no hacía las gambetas de más que alguna vez le costaron el puesto. Se agrandaba ante las patadas e incluso las devolvía, pero físicamente ya no era el mismo. Así y todo logró su quinto y último campeonato en Boca, el Nacional 1970 bajo la dirección técnica de José María Silvero y contra Rosario Central en el Monumental en una final que les era esquiva y pudieron dar vuelta con un gol de nuestro homenajeado y otro de Jorge Coch.
Su última tarde de gloria con la camiseta del Xeneise fue el 10 de junio de 1971 frente a River en la cancha de Racing. Boca perdía tres a uno y faltando diez minutos para el final Rojitas se iluminó para marcar dos goles y dejar el partido en un empate que se festejó como una victoria. Tiempo después se despidió de la azul y oro en una dolorosa derrota frente a los juveniles de River.
En 1972 fue traspasado a Deportivo Municipal de Perú donde alternó buenas y malas hasta volver a Boca un año después. No jugó en Primera pero si un par de veces más en reserva a donde la gente iba a verlo como en sus mejores tiempos hasta que el club lo dejó libre. Pasó con más pena que gloria por Racing, Chicago, Lanús y Argentino de Quilmes hasta que en 1978 anunció su retiro definitivo. Fue uno de los más grandes delanteros argentinos que por falta de constancia renunció a ser gigante.

11 comentarios:

  1. "Rojitas" como lo llamaban los hinchas de Boca, marcó un ANTES y un DESPUES en el Gran Club Xeneize. Los Hinchas de la época Tenemos MEMORIA y nunca olvidamos nuestros ídolos! Angel Clemente Rojas, el Angel que posibilitó que todo Boca toque El Cielo con las manos..!! Gracias Rojitas por toda La Gloria y todo Tu Fútbol. Abrazo Futbolero..!!

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  2. Buena entrada Mati. Es un gusto ver todo lo que estuviste creciendo desde que te empecé a leer. Un abrazo y seguí así.

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  3. Y en el Independiente estaba un arquero..señores ¡¡¡¡ el gran Santoro ¡¡¡¡ Caramba que memoria ¡¡¡

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  4. Y ....pregunta ¿ en que equipo jugaba Punturero ? ¡¡¡....les pillé ¡¡¡¡¡ Algún dia le explicaré mi afición por el futbol argentino...Salut

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  5. Una curiosidad Matias , la foto que has puesto en el articulo no es de internet no ??? es una foto tuya ... ? es que se ve arrugada y tal , como si estuviera escaneada.... ¡ saludos ¡

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  6. Fantástico artículo Mati, de nuevo es un placer aprender algo mas de fútbol gracias a tu ayuda.

    Un saludo!

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  7. Sinceramente no lo conocía y al leer el título uno siempre se imagina a Angelito Labruna.
    Buen laburo. Es interesante conocer ídolos de Boca por esa época teniendo en cuenta que en el Mundial 78 no tuvo ningun jugador, bueno justo este jugador ya estaba retirado para esa época.
    Por otro lado, me quedo con el dato de la rotura de ligamentos. Parecía que tenía hambre de gloria y buen autoestima para volver al juego luego de esa lesión. Y pensar que ahora se quejan y son sólo 8 meses... Abrazo, te espero en mi blog Matías.

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  8. Gracias por el comentario en mi blog. Seguiré tus articulos de cerca para no perderme ni uno.

    Saludos y espero más comentarios en mi blog.

    Carlos
    http://futbolyotrasdrogas.blogspot.com/

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  9. gran artículo Matías!!

    Saludos! ;)

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  10. che que pedazo de nota hiciste, Matías, excelente!
    bien el final, qué pena la falta de constancia, según dicen los entendidos, era un verdadero crack. Reflexión para los tiempos de hoy: si Rojitas se comió ir al banco, ¿por qué tanta historia para sacar a Riquelme?
    Gracias Rojas por tantas alegrías!

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  11. HOLA AMIGOS;
    ROJITAS CUANDO LLEGO A DEPORTIVO MUNICIPAL DE PERU, EN 1972, SE QUEDO CON LA BOCA ABIERTA AL VER LOS QUIEBRES, LA CINTURA DE GOMA Y LOS ENDIABLADOS DRIBBLING DEL "CHOLO" HUGO SOTIL.

    HICIERON UNA DUPLA EXTRAORDINARIA EN LA DELANTERA BASURERA QUE POR UN PELO NO LOGRAN EL CAMPEONATO PERUANO DE ESE AÑO.

    ANGEL CLEMENTE ROJAS, ERA HINCHA DEL CHOLO, EL EX NUEVE DE BOCA, ES UNA PERSONA MUY CORRECTA Y NO NEGARA LO QUE AFIRMO.

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